Jala Pato: Fiesta costumbrista muy poco conocida

A 20 minutos de la ciudad de Huancayo, se encuentra el distrito de Hualhuas de la provincia de Huancayo, rodeado de cerros, árboles y grandes cultivos de siembra de maíz. Cada 30 de marzo de cada año celebran una tradicional fiesta conocida como: el “Jala Pato”, una fiesta muy poco común en la actualidad, donde los pobladores aún mantienen la tradición de sus antepasados.

Un domingo del  año 1978, el señor Cornelio Inostroza se encontró con dos músicos extraviados por el distrito, uno de ellos tocaba la trompeta y su compañero el clarinete, en ese momento se preguntaron: “porque no recuperar la tradición de nuestros abuelos”, es así como empezó a  organizarse y que empezaron a organizarse por el señor Cornelio, su hermano Fermín y Jazmín.

El primer año se organizaron para realizar la fiesta, solo pudieron encontrar 6 cuyes, 6 gallinas y los caballos que se requerían no pudieron conseguirlo,  que fueron remplazados por los 7 burros que tenía el señor Fermín, en el siguiente año pudieron conseguir: los patos, los caballos, pero esta vez acompañados por músicos.

Al llegar a las faldas del cerro del distrito de Hualhuas, me encontré con una mirada sorprendente, los pobladores de la zona apreciaban muy atentamente, pasar a los caballos por un arco, que colgaba a un pato muerto, cada jinete que pasaba tenía que jalarle la cabeza, hasta lograr quedarse con ella. Por muchos pobladores era visto como una persona valiente, con coraje y que tenía un buen dominio del caballo.

Después de haber terminado de jalar a los 6 patos, las personas que se quedaron con la cabeza, eran anotados en un cuaderno de registro, con el propósito de seguir manteniendo la tradición, con el compromiso de colaborar con la banda de músicos, los patos, el almuerzo y la chicha de jora, persona que no  cumpliera con el compromiso hecho, al siguiente año tiene que pagar todos los gastos, por eso solo participan personas conocidas y de confianza que sean del lugar.

Al haber terminado de firmar el libro de registro, la banda se traslada al ruedo del monte, que empiezan a tocar con armonía y entre parejas las personas van acercándose bailando alrededor con el compás de la música, la primera pareja tiene un distintivo a los demás, llevan un hacha y una pequeña rama de árbol, que significa su turno para cortar el árbol, la pareja elegida dan 6 hachazos o más, para después pasar la rama a la siguiente pareja, así van turnándose hasta que el árbol caiga, donde los niños y jóvenes esperan con ansias a ser derribado para coger los regalos que cuelga del árbol.

Esta es una de las costumbres muy poco conocidas en nuestra región, no olvides de visitar y conocer más sobre ella.  

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